Frase del día

sábado, 7 de mayo de 2016

La profecía de Tolkien



Soñar no es la Muerte. La mente sigue estando anclada al cuerpo. Ocupa el cuerpo todo el tiempo, mientras éste se encuentre en alguna parte. Y por tanto está en el Tiempo y el Espacio, prestándoles atención.
(JRR Tolkien en Papeles de Notion Club)

A lo largo de las entradas de este blog se han explicado muchas de las ideas que tuvo Tolkien y el cómo las plasmo en su obra. En más de una ocasión he insinuado que sus escritos provienen de algo más allá de la invención, sino que llegaron a el como inspiración, en gran medida a través de los sueños.

En una entrada anterior (El Papel de los sueños en la obra de Tolkien) se vio que los sueños de Tolkien pudieron transmitir una realidad de un pasado remoto y su labor fue descifrarla y plasmarla en sus textos.

En el libro El Camino Perdido, es a través de los sueños que se conectan las historias de un padre y su hijo en distintas épocas conectando al final con la caída de Numenor y la Gran Ola. Lamentablemente este escrito no fue terminado.

Posteriormente llego el cuento Los Papeles del Notion Club, escrito entre 1944 y 1946, justo cuando terminaba lo que sería Las Dos Torres y empezaba El Retorno del Rey. Este cuento insólito muestra el gran conocimiento de Tolkien sobre las obras de ficción y fantasía, donde un grupo de eruditos se reúne para leer y compartir sus obras, tal y como lo hizo Tolkien y Lewis en su tiempo con los Inklings.

En el cuento se va narrando los informes de lo ocurrido en cada uno de los días. Curiosamente Tolkien ubicó las tertulias entre 1980 y 1990, como algo proyectado al futuro. En estas tertulias hablan acerca de los sueños y como a través de estos se pueden ver realidades remotas en el tiempo y el espacio. Uno de los personajes cuenta acerca de lenguas extrañas que llegaron a él a través de sueños (Quenya y Adunaico) y hablaban sobre Sauron y la Caída de Numenor.


Lo interesante viene en la entrada referente al 12 de Junio de 1987 en la cual dos de los personajes entraron en un estado de trance, hablando lenguas Numenoreanas (Adunaico) y vieron una gran tormenta que se aproximaba. En ese momento comenzó a llover:

—¡Ah! ¡Mirad! Hay una sima en medio de los Grandes Mares y las aguas se precipitan en ella en una gran confusión. Los barcos de los Númenóreanos se hunden en el abismo. Se han perdido para siempre. Mirad ahora las águilas de los Señores arrojar su sombra sobre Númenor. La montaña se alza hacia el cielo en llamas y vapores; las colinas se tambalean, se deslizan y caen: la tierra se desmorona. La gloria se ha hundido en las aguas profundas. Barcos oscuros, barcos oscuros huyendo a la oscuridad. Las águilas los persiguen. El viento los empuja, olas como colinas en movimiento. Todo ha desaparecido. ¡La luz se ha ido!
Hubo un rugido de trueno y un resplandor de relámpago en el norte, el sur y el oeste. La habitación de Ramer se encendió con una luz abrasadora y se sacudió hasta quedar a oscuras. La luz eléctrica se había apagado. En la distancia había un murmullo como si se acercara un gran viento. 
—Todo se ha desvanecido. ¡La luz ha desaparecido! —dijo Jeremy . 
Con un gran latigazo la lluvia empezó a caer de pronto como cascadas del cielo, y un viento barrió la ciudad con salvajes alas de furia; su grito se alzó hasta convertirse en un estruendo ensordecedor. Cerca de donde estábamos oí, o creí oír, caer pesadamente una gran mole como una torre, desmoronándose con gran ruido. Antes de que pudiéramos cerrar la ventana con la fuerza de todas las manos presentes y echar las contraventanas detrás, las cortinas volaron por la habitación y el suelo se inundó. 
En medio de toda la confusión, mientras Ramer buscaba una vela, Lowdham se dirigió a Jerry , que estaba encogido en la pared, y le tomó las manos. 
—¡Vamos, Abrazan!—dijo—. Hay trabajo que hacer. Busquemos a nuestra gente y atendamos nuestro curso, antes de que sea demasiado tarde. 
—Es demasiado tarde, Nimruzir —dijo Jeremy—. Los Valar nos odian. Sólo la oscuridad nos aguarda. 
—Puede que detrás de ella haya un poco de luz. ¡Vamos! —dijo Lowdham, y tiró de él hasta levantarlo. A la luz de la llama vacilante de la vela que Ramer tenía ahora en la mano tembló rosa, lo vimos arrastrar a Jeremy hasta la puerta y empujarlo fuera de la habitación. Oímos sus pies tropezando ruidosamente mientras bajaban las escaleras. 
—¡Se ahogarán! —dijo Frankley, dando unos pocos pasos, como para seguirlos—. ¿Qué diablos les pasa? 
—El temor de los Señores del Oeste —dijo Ramer, y le temblaba la voz—. Será mejor que no los sigamos. Creo que su papel en la historia era escapar del mismo borde del Destino. ¡Déjales que escapen!
Y la reunión habría terminado en ese instante, de no ser por el hecho de que el resto de nosotros no podíamos enfrentarnos a la noche y no nos atrevíamos a marcharnos. Durante tres horas permanecimos acurrucados a la débil luz de las velas, mientras la mayor tormenta que recuerda cualquier hombre viviente rugía sobre nosotros: la terrible tempestad del 12 de junio de 1987, que mató a más hombres, derribó más árboles, e hizo caer más torres, puentes y otras obras del Hombre que cien años de temporal. 
(Papeles de Notion Club Noche 67) 

Recordemos que esto fue escrito entre 1944 y 1946 y es curioso que esta tormenta realmente existió. La Gran Tormenta de 1987. La «predicción» de Tolkien sólo falló por cuatro meses. La mayor tormenta que se recuerda afectó al sur de Inglaterra, causando grandes daños, el 16 de octubre de 1987.

Quizá parezca solo una coincidencia literaria, pero Tolkien va más allá. Supone que los Textos del Notion Club se perdieron después de los años 90s y fueron encontrados en el 2012 y publicados en 2014 por el señor Howard Green y éste determina que Los Papeles del Notion Club fueron escritos en los años 40s aunque le parece curioso que se mencione la Gran Tormenta de 1987 y la Gran Explosión de 1975. Así pues, el señor Green propone que los acontecimientos futuros fueron "predichos" por el autor. Habla el Sr Green:
En cualquier caso, la Tempestad no es una simple “inserción”, sino parte fundamental de las entradas desde la Noche 63. Los señores Wormald y Borrow pueden ignorar sus propias pruebas y fechar la composición entera después de 1987, o atenerse a las bien fundadas evidencias del papel, la escritura y el lenguaje, y admitir que alguien o varias personas de la década de 1940 tenían capacidad de “predicción”.
(...)  ahora estoy seguro de que los Papeles son una obra de ficción, y es muy posible que las predicciones (sobre todo de la Tempestad), aun en el caso de que sean genuinas y no meras coincidencias, fueran inconscientes: se trata de un atisbo más de los extraños procesos de la llamada “invención” literaria, de la que tanto se habla en los Papeles».
(Papeles de Notion Club Prologo 2da Edición)  

Así pues, Tolkien no solo hizo una predicción en su cuento que pudo ser coincidencia, sino que descarta la posibilidad de coincidencia y declara que esos acontecimientos los esta prediciendo además de que a través de los sueños pudo ver el futuro y quizá también pasados remotos.

Cuando yo leí esto quedé conmocionado y casi le levanto un altar al profesor. Me parece triste que pocas personas conozcan este hecho y espero que mi pequeño blog contribuya a su difusión, aunque incluya algunos spoilers sobre el cuento de Los Papeles de Notion Club.

Si desean leer el cuento completo, lo pueden encontrar en el volumen 6 de Historia de la Tierra Media "La Caida de Numenor".

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